Museo Kon-Tiki

Las exposiciones del museo giran en torno a la embarcación Kon-Tiki, con la que se llevó a cabo una expedición de 7000 kilómetros que supuso un viaje a lo desconocido.

El líder de la expedición, el noruego Thor Heyerdahl, llevaba más de 20 años obsesionado con una idea que no abandonaba su cabeza. Cuando tenía solo 11 años quedó maravillado ante la semejanza entre las estatuas de piedra de una de las islas del Pacífico con las de América del sur.

A los 33 años decidió probar su teoría y enfrentarse a lo imposible, lanzándose desde la costa de Perú a la inmensidad del Pacífico en una pequeña balsa de madera en la que solo uno de los hombres tenía nociones sobre navegación.

Tras aguantar 101 días en el mar la expedición concluyó de forma exitosa. La balsa llegó tierra firme, a la costa de Polinesia, cambiando la concepción de los primeros viajes marítimos, pero sobre todo la vida de los intrépidos marineros que participaron en la aventura.

Esta expedición fue seguida por otros apasionantes viajes, como el que realizaron a Isla de Pascua, o los que cruzaron el Atlántico a bordo de los botes Ra y Ra II, desde Marruecos hasta Barbados.

Un museo muy especial

El Museo Kon-Tiki es bastante pequeño pero consistente. Resulta realmente sorprendente ver las exposiciones mientras se descubre la historia de cada uno de los elementos que se muestran.

Si os gustan los museos relacionados con el mundo marítimo también podéis aprovechar la visita a la península Bygdøy para ver el Museo de los Barcos Vikingos y el Museo del Fram.